Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

sábado, 27 de agosto de 2011

812.- MARÍA DEL PILAR CARMONA


Mª Pilar Carmona Pérez. MOTRIL (GRANADA)


WEB DE LA AUTORA: http://poemasencuatroestaciones.blogspot.com/



RÍO

Nací de la transparencia.

Entre rocíos y cánticos, era agua de luz
fluyendo por tierra bondadosa,
cauce para calmar sed de esperanza
y darle un reino a labios puros.

Mis orillas eran fiesta de juncos
cuando libélulas, lirios y mariposas
ofrecían el roce de sus dulces alas
al cristal líquido de mi todo.

Fui posada para viajeros de sus ideales.
Acogí con delicadeza a las musas
que jugaban a ser mujeres en mis aguas.
Navegué en risas infantiles,
y,en gotas, toqué el cielo con sus cometas.

Nada presagió el vertido del miedo
ni la espesa amargura de los árboles.
Ningún pájaro escondió sus alturas
para librarlas del manto venenoso.

Yo, absorto en cada despliegue de belleza,
me inclinaba ante el universo.

¡Ay, aquél tiempo de magia!

Ahora no soy río. Soy agua muerta:
testamento humano
escrito con palabras de ceniza.







COLOR PÚRPURA
-SOLEDAD-

Te imagino
esquema rebosante de invierno,
falsa alegoría con sabor a decadencia
y el registro arrebatado a una canción
escrita por otros dedos.

Del estrellato inconsciente,
aflora la cordillera de tu limitación
sin mantener el prodigio
ni acentúar oraciones compuestas
por la atracción sublime.

Te resumo
en un gesto doblado en sí mismo
como pañuelo que renuncia
a agitar su blancura en el andén,
pero sabe que se dirige al destierro.

No te niego,
sería prescindir del color púrpura
con el que se maquilla la soledad
cuando, perezosa, se duerme en ti,
en nosotros.





LA VOZ
(Soneto mixto,
heptasílabos y endecasílabos )


Con silencios sellada
amaneció la voz del argumento,
hilo frágil pendiente del lamento
que supuso la fuerte barricada.

Su presencia fue nada,
porque un yugo mortal hirió su acento
y redujo a cenizas el intento
de vencer su verdad, ante la espada.

Avasalló la ira
con un velo de rabia sin razones,
escribiendo pasajes negativos.

Y esa voz - dulce lira-
adormece entre sórdidos rincones,
coronaria de pájaros cautivos.









DESPEDIDA
( Soneto endecasílabo )

Se estremecen trigales y amapolas
de cosecha inquietante que suspira.
Esta noche sin brillo ya nos mira
en una pausa gris de grises olas.

Cien lunas de papel se quedan solas
¿consumirán su magia en una pira?
Un heraldo del mar hunde su lira,
sin herir diminutas caracolas.

Sabor tiene la ausencia a pan amargo,
a golpe de silencio en la ventana,
a gaviota perdida en el instante.

Soñaré mientras dure este letargo
con espigas de luz en la mañana.
¡Jamás quiera el olvido ser mi amante!









ROCA

( Verso libre )Mudo es el dolor de la roca,
escarpada mansedumbre,
estatua fija en el abismo
sin más destino que el azote
desaforado del mar.

Ansía mudanzas serenas,
sin ataduras,
que ablanden sus filos
de dureza insoportable.

Fortaleza con raíces de sal
abandonada a su suerte,
inmóvil danza en su recinto.

En las noches
el salpique agresivo de las olas
son lágrimas en su instinto,
pena en el catafalco azul
de su memoria.

Me alejo de ella,
soy viajera de mis sueños, todavía.









ELLA

Con el desgarro de sus violetas
compuso un himno
-catapulta para su llanto-.
Extraía a la roca un diamante
con el que mitigar oscuridades,
transportadas en estigmas.

Era tanto el dolor de sus rejas,
que apacentaba horas
por si encontraba un resquicio
para hermanarse con lo azul.

Eje de todos sus mundos clausurados,
dulcificaba el hambre
con un ramo de besos en mejillas
de ángeles diminutos.

¡Cuánta ternura se cernía en sus telas
de flores maniatadas,
¡Cuánto amor predicaba en el desierto,
respondiéndole otra herida¡

Paz en su guerra.
Estandarte carcomido por la necesidad,
en la envoltura amarga
dibujó el sol que no conocía
y lo nombró custodio de revelaciones

Supo de la gloria,
cuando se convirtió en ceniza.









ERAS

Eras faro que atraía mariposas en la tempestad,
hilo conductor de todos mis enclaves,
luz paralela a regocijos de miel,
cuando la miel se consumaba sin ser restringida.

Eras y creí en la nitidez absoluta,
que eleva, conduce y agiganta el flash dorado
de la instantánea, en estado lírico.

Eras y en ti pude reconocerme.

Lejos, muy lejos, se despeñaba el grito
de una tarde escrita en un futuro sin dioses,
con tinta parecida a piel licuada,
a canción compuesta para un limbo,
a inmisericorde suplantación de lo supremo.

Equivocamos relojes, mundos y puertas
después de conseguir las claves,
y aún así reconozco la sal de tus versos,
la meseta orientada a una pasión
junto a tréboles que perdieron su cuarta hoja.

Cuando en tus retiros escuches el mar,
es que me salvas del naufragio.







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