Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

jueves, 29 de septiembre de 2011

859.- JUAN ANTONIO ARIAS


Juan Antonio Arias Toribio (Nerva, Huelva 1988) es actualmente estudiante de Periodismo en la Facultad deComunicación de la Universidad de Sevilla. Enamorado de la poesía, dejaimpresa su mirada en los cuidados versos que nos presenta en su blog,una especie de diario de sus 'Estados Pasajeros'.
http://estados-pasajeros.blogspot.com/



La muerte y el capitalismo

Debe de ser tan difícil...
habitar la cúspide de la injusticia,
el vértigo de una atalaya
construída a base de desgracias...

Debe de doler tanto...
el pensamiento, mirar abajo y poder
levantar la vista de nuevo...,
conocer que una riqueza
solo es suma de pobrezas...

Digo yo... que debe de incordiar al menos
caminar entre la muerte,
y tanta ajenidad latiendo...
Y de tanto hacerse el sordo
acabar ensordeciendo...

Y ese silencio póstumo,
con la veta marcada de la culpa;
la empática milésima,
el flash en que los hijos
sustituyen a los parias...

Debe de abrasar tanto...,
estibar sinrazones en la mente,
Sahel, Guatemala,
los arrabales de su ciudad o Somalia...

Quizá su egoísmo voraz
actúe guiado por su propia muerte...
Por su tiempo, que se agota,
y una vida que no vuelve.
Quizá cree que vivir
es gozar sintiéndose el más fuerte...







A Don Antonio López, ese pintor sin muerte

El día que Antonio López falte,
los semáforos previos a la Gran Vía
eternizarán su rojo,
para que luzca por siempre vacía.
Mujeres mirando los aviones
buscarán su estela por el cielo;
la niña muerta sonreirá
y echará a andar hacia la vida,
por el paseo del cementerio.
Los membrilleros nunca
alcanzarán su hermoso envero...
La mujer en la playa querrá verle
salir empapado del verde,
el mar cabrá en el lavabo...
Gentíos amarán la Nochebuena
y desdeñarán la Nochevieja,
porque el reloj se pasmará
al borde de las doce y media
de cualquier día
y la puerta del sol no fundará más años
ni comerá el plato de uvas y jarra.
Una bandada de moscas
rondará la mesa de la cena.
Soñará lienzos como ventanas
la mujer durmiendo...
Y Josefina leyendo en duermevela...
Ay Don Antonio, aquel que pose
su alma y sus ojos en su obra,
solo estará mordiendo
el sabio fruto en el manzano,
y en esta era de la historia...





Los mendigos duermen en los bancos...

Un extraño magnetismo
les reclama
cuando arrastran
por los fríos bulevares lánguidos
sus alcobas de cartón.

Regresan
del sombrero vuelto y sin monedas,
autómatas heridos por la vida.

Acuden
al cortejo entre polos opuestos,
a la sorda explicación traumática,
a soñar
lo que vigilias diurnas ya no pueden acoger.

Impera una ley oculta,
circular,
de venganza involuntaria,
en tal querencia nocturna:
los mendigos duermen
en portales de sucursal bancaria...

Más allá
del confort de los cajeros
y soportales de mármol
-y del mínimo atisbo de conspiraciones-,
hay un vínculo evidente
entre mendigos y bancos...
Causalidad entre ambos.






Biznaga para mi aludida

Poseía poesía
la humedad
aaaaaaaaaa emergente
en las cornisas de su mirar piadoso,
escoltado por cuatro cuartos menguantes.
De aledaños meridianos.

En su barbilla acantilada, las yemas
salvaban gotas perladas...
Por los surcos dactilares
desfilaban las vaguadas
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa de cristal.

Las yeguas albas pastaban
verdores imaginarios a sus pies,
con tal de reverenciarla...

Los poros de su ébano
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaa eran las marcas
del exhaustivo pespunte de los ángeles.

Ella era una flor sobre el par de tallos
siameses y caminantes.
Otoño y viento pactaban
lentos suicidios naranjas
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa que veían
en el choque con su cuerpo
un impaciente atajo a la primavera.

Poseía poesía,
caudales raudos de belleza hiperbólica...
Sin embargo,
aaaaaaaaaaaa respiraba
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa con llaneza,
sin un alarde de lo extraordinario,
como si nunca al espejo
ella
aaa se hubiese mirado.




Cuarto mundo

Ciudad ciega y desalmada,
de avenida encorbatada
y el estómago colmado.

De conciencia miserable
-¡Pobres negritos lejanos!-,
una noche navideña,
con diez euros a Unicef,
erradicas la pobreza.
Sibarita y penitente,
ay ciudad sofisticada..

Ay gran urbe, paraíso
próspero del bienestar,
abrigado con las mantas
de la ajada periferia;
no hace falta cosmonave
para descender tres mundos,
sino cruzar tus manzanas.

Y ver la mirada amarga
del anciano moribundo.
Y las cenizas del muérdago,
el prurito de la sarna,
los tejados de cartón,
la inanición de piel blanca,
la lenta y trágica espera...

Algún vago barrendero
escondió las inmundicias
bajo las faldas largas del sistema.






La propagación del fuego

Ondea
una hoguera
en cada poro
de tus laderas
indendiarias.
La mediatriz
de tus caderas
tormenta
de julio
reclama.
Noche...
Noche púbica
de doble plenilunio.
Por tus flancos
de vasija,
ejércitos
de yemas
coinciden
en la caricia
de motricidad
reptil.
Nuestras piedras
chocan
como huesos
carnosos.
Incendio...
Eres
árbol frondoso
en mitad
del cortafuego.








Manifestación de pastores

Sus cantos bucólicos ardían
en subvenciones para el sector
o hectáreas donde pacer.
Copaban el bulevar
y su estuario de alquitrán;
los de la inaugural pancarta
andaban ya por la plaza neurálgica.
Avanzaban ordenados, con el don
de la trigonometría aérea, exactos,
como un plano de ciudad moderna.
Sus espacios vitales colindaban
cómodos, sin riesgos invasores;
se agrupaban bajo una orden
encubierta y unánime,
sabedores del donaire
que requiere toda masa.
Los pastores se manifestaban
con la disposición de rebaño
que inculcaron a sus ovejas.





858.- MARÍA RAMOS



María Ramos (Almería 1983). Trabaja como camarera y es madre soltera desde los 21. Ha publicado sus poemas en las revistas La Sombra del Membrillo, Horizonte de Letras y La Bolsa de Pipas. En 2010 autoeditó la plaquette de poesía “VOMIT YOUR LOVE”, trabajo que actualmente está renovando con ilustraciones. Edita el fanzine de poesía laLengua (lalenguafanzine.blogspot.com) y prepara un blog -BIRDSPOEMS- en el que recopilar poemas relacionados con los pájaros.







PÁJARO MUERTO

yo no soy un pájaro muerto
aunque a veces sea
tan
fría
y parezca que todo se ha consumido
bajo la
pequeña
piel
de mi pecho.
soy más, soy más, soy más
que un nacimiento
extendido
sobre mí
como una tela mojada
más que una persona cualquiera
y que el avance ciego de los insectos.
desnuda
soy una pelea de perros.
destrucción
no un pájaro muerto.
soy quien lo contempla
mientras dice ¿qué has hecho?
¡bicho estúpido! ¿por qué lo has hecho?
buscando amor como la sangre.
no soy un pájaro muerto
sino el pájaro
que levanta la cola
y se agita
en primavera
el que mueve el cuello
y busca a
su hembra
con un gusano
en la boca.









Me, that hole

Está bien
ahora
mira en el rincón oscuro
ahí donde
la clave del miedo
convive
con la clave de la felicidad
ahí donde el secreto de la osadía
convive
con el secreto de la tristeza
y dime qué ves.

¿Es tan oscuro que no alcanzas
a distinguir
tu propia mano?

¿Es tan oscuro que no sabes
si el dios está muerto
o inclinado?

¿Tan confuso es?
¿Tan dilatado?

Mírame.

¿Puedes saber qué tienes
ante ti? –Brilla.

¿Puedes saber qué parte
ha sido serrada? –Está abierto.

El rincón y yo somos iguales.
El rincón y yo somos una pieza.

Tienes el pudor
y el exceso.

Tienes el placer
y el daño.

No soy ningún milagro.
No soy ningún depósito.

Mi cuerpo come
y vomita.

Mi cuerpo sangra
y golpea.

Mi cuerpo abre las piernas
y se infecta.

Tampoco yo puedo predecirlo.

Y no podrás
distinguir
dónde empieza el monstruo,
dónde la caricia.









Love

La luz
–esa puta de párpado amarillo–
me recuerda:
sólo la Muerte, sólo ella,
puede librarte del daño.

Adoro el rostro áspero de mi amante
cuando abre y aprieta mi carne,
oscureciendo
mi mente.









CREACIÓN

Entonces las flores crecieron
feroces
y asaltaron la tierra
y la durmieron
y dominaron sobre ella
como ojos.

Entonces fuimos
a hundirnos en lo agresivo verde

las orugas avanzan sobre nuestros brazos
y tengo el útero vacío
grande
bajo el sol

adusto
como una piel cortada
hueco

salvo por la carne
que se mueve en mí

- serpiente -

mientras dejo que todo caiga abajo abajo
líquido caliente voraz abajo

sin respuestas
salvo en el centro
donde pido
y conozco
y amo como nadie

-con total brutalidad-

desnudando la forma de estos hombres
de estos pequeños hombres
tan cansados del peso que les culpa

los atraigo
como a polillas incendiadas

los atraigo

y en la fértil tierra negra respiro

respiro

sobre los ángeles y el infierno.







Dark sweet baby

Todas las poetas
escriben
diciendo que no tendrán hijos.

Todas las poetas
gritan
que nunca serán madres.

Todas las poetas
aman
la esterilidad.

Es comprensible.

Un hijo
te ata corto.

Es comprensible.

Un hijo
en mi país
puede acabar y
acaba
con la Vida
de muchas mujeres.




http://unalmanavegante.blogspot.com/2011/03/maria-ramos.html



XIV

Porque mis ojos son del color del olivo,
mis lágrimas, perlas de aceite,
doradas cuando un rayo de sol las besa,
saladas como gotas de mi mar sureño,
atravesadas por frías corrientes atlánticas.

Porque nuestra gravedad es seca cuando
el viento desploma los rizos de mi pelo
y eriza la piel en amaneceres rosas
y arrastra mi alma a tus pies,
sin querer.

Porque hay una luna amarilla y redonda
grabada en mi pecho, quemando,
como una medalla ardiendo
con tu nombre impreso,
como media naranja exprimida en el pezón,
que empapa de jugo dulce mi vientre.

Óleo, agua, aire y sal.
Quieres soñar conmigo?
Entonces mira al sur.






857.- RAFAEL INDI



RAFAEL INDI 

Nací en Sevilla (09-09-1987).
Alguien me regaló un día La voz a ti debida sin pensar en las consecuencias y como recompensa le compuse un poema que acabó aborreciendo. Aquello me animó. Fue así como descubrí mi segunda vocación perdida.
Tengo un blog que es particular y cuando llueve se moja como los demás: http://animalendisturbio.blogspot.com/
Algunos de mis poemas han aparecido en revistas como La Lengua, Almiar, Fábula, Palabras Diversas, La Fanzine, Cinosargo, Horizonte De Letras y Los Sábados Las Prostitutas Madrugan Mucho Para Estar Dispuestas.
Gané el primer accésit del I certamen de poesía erótica Ánima.
En febrero de este 2013 autoedité mi primer libro Un aplauso americano.






Sacromonte

Esta ciudad se parece demasiado a nosotros.

Calle a calle competimos 
en número de batallas perdidas 
y luces escondidas 
bajo alguna latitud incierta.
Sus noches justifican al fin 
el insomnio errante 
de unos bien desnacidos.
Como ella, hemos soñado ya 
todos los sueños azules 
que quedaban por soñar. 

Esta ciudad se parece demasiado a nosotros.







Todo va bien

La cara de Matías Prats sobre los posos del café no me deja dormir,
seca las manos más tibias del hemisferio norte
cuando anuncia temporal,
ahora que necesito el sándalo en tu ropa.

Soy un malpensado si creo que vuestros informativos
quieren que la primavera nos sorprenda
viendo alguna serie tan bien producida como el frio.
Se aplaza la revolución por tormentas de nieve hasta nuevo aviso.

También soy un misántropo si no tengo un Smartphone con WhatsApp
ni escribo en (hasta) 140 caracteres
de qué tamaño es el nuevo juanete de mi pie izquierdo.
Lo comprendo y deseo continuar.

E incluso puedo ser algo peor cuando afirmo
que entre verdades se van los que se alejan,
que nadie está educado para la sinceridad.
Pensad que todo va bien.
Señalad el pecado con una cruz,
atrapadlo como a una araña herida dentro de una copa de cristal
llena de humo, puesta del revés.
Escupid después al cielo cuando henchidos de orgullo
abracéis el gris escribiendo:
"La verdad es sólo una cuestión de palabras".
Pensad que todo va bien.

Yo sé que la ceguera será la enfermedad del futuro.
Una generación perdida de hombres-topo
sobrevivirá al siglo veintiuno
escondidos bajo el metro de Budapest.

Y qué triste la imposible espera.
Por una vez, mi padre se vestiría de rey.





CHARLOTTE

"Algún día las hormigas cobrarán su venganza", decías,
mientras contaba las vueltas de aquel tiovivo.
Así pasábamos las noches,
peceras de marionetas hundidas
en mitad del Raval,
el único lugar donde los escotes
creen en Dios a su manera.

Después de tantos años
sigo aprendiendo de memoria el papel impuesto:
jugar a ser la muerte roja
en fiestas de guardar y quemar.

Tantos años intruso de la gran mascarada,
secreta bajo altos techos
y escaleras de nácar.

Tantos años sin saber
que eras la mujer de ojos verdes
en aquella canción de Nacho Vegas,
esa que ofrece agua de mar
como remedio a la sed. 






Aprender a borrarse
es sólo el principio,
por eso nunca hay final;
por eso si los vencejos vuelan dormidos
despiertas describiendo círculos,
por eso si la dama se esconde
eres noche cerrada.

Forastero ante el propio septiembre
que cose las manos
para impedirte sonreír a los ángeles,
asesinos de kilómetros muertos
o raíles perdidos.
Como un pianista baila un as de picas
y sacude la lluvia de sus dedos.

Sin viaje de vuelta
en el tren sobre el agua,
[camino = destino]
guardando viajes iniciales
con disimulo
mientras cruzas la novena estación.
Nunca hay final
y ésto es sólo el principio.






Nos Ha Jodido Mayo Con Las Flores

No quiero que la literatura sea otra fase de la vida.
Es el único lugar 
donde sólo existe un hombre 
que descodifica la vida como temblor. 

Por sentarte a esperar a ti mismo 
te denominan poeta. 
A todas luces una deuda de suerte. 
Podrían llamarte fantasma 
por caminar sin poner planta; 
enfermo por nunca parecer curado de espanto; 
sátrapa por arrendar muy caro el ventrículo izquierdo. 
Y podrías inventar 
un nuevo plural para etcétera. 

Un día de tu vida resulta largo a veces, 
lo suficiente para no confundir 
el verso con el destino. 
Sobran sed y paciencia en papel de muselina. 

Igual que los calendarios, 
sabes hacer daño sin usar las letras. 
Convencido de que Dios 
se esconde en los números. 





Gaudeamus

Basta de unirnos
sólo en el dolor,
basta de acompañarnos siempre
en el mismo sentimiento.
¿Hace falta
un minuto de silencio
en nuestros labios?

Dime que la paz
no se compra con la muerte
en este absurdo rito de revolución,
en este tácito indulto
y su bautismo homicida.
Dime que no esperas
la añeja pantomima
para volver a titilar
desde la demorada sima
de mi lengua.
Dime que no solo un réquiem
puede ya expurgar
venéreas traiciones,
porque entre nosotros
jamás se alzará la indiferencia.

Basta de comulgar con un cinismo
de declarada patente,
sin duda somos viejos desconocidos.
Hagamos arder
al amor petrificado,
hagámoslo correr
implacable, prometeico,
como semen de lava percutiendo
bajo el brocal abierto del diamante.

Quiero converger allí,
en tu rebosante epifanía,
en el gaudeamus de tu sangre.

Dímelo antes de que sea tarde,
y haya inventado
una guerra
o una tragedia
como inocente pretexto.







Paracaídas Ardiendo

La noche que encontré
una patata en la cocina
me convertí en calabaza.
Allí, aquella victoriana máscara
tenía una sonrisa
más enferma de lo normal
-justo sobre
la esquina rota
que no cesa-.

Miraflores es un paracaidas ardiendo:
senda de los elefantes
que no saben morir
si derramo lágrimas de pan.
Como un sátrapa en Tarquinia
haciendo y deshaciendo
su ataud de seda
cada cuarto creciente,
rasgando los negros doseles
de la duermevela;
echado a perder por sobre
el hastío del estío
gano siempre desnudo.

Supe por qué tantas mujeres
caminan solas al amanecer.








ESCAMOTEO

Avivando una vigilia
en el trasluz de mi muerte
equivocada con la aurora;
confrontando lo trémulo de mis sienes
con una ciega áspid de ojos violetas.

Inerte en el cuadrante cero,
donde se afirma
la indeterminación infinita
tan fútil como una gangrena,
tan breve como un abismo
que presagia el terrible reverso:
todo vuelve a las formas,
se rehace atroz materia
y gravita sin piedad.

Cercenado sobre
límites radiales me entrego.
Exánime desvelo.
Únicamente ya mi sombra
hilvana lo concreto a jirones.

Y luego el vómito:
ventanas, paredes, fotografías, lienzos …
La vida jadea rectangular,
abatida por crasos vértices,
tóxicas aristas.

Había que solimantar el veneno,
extasiar a Quimera
en un brutal arrebato.
Ahora sé como se franquean
las arcadias de la duermevela.
Pues esta noche pude rozar
el orgasmo disolutivo,
cruzar el extremo terminal
de lo simétrico.
Volátiles curvas desnudan el vacío.

Tomé una decisión:
he acabado del lado nunca visible de lo secreto.


martes, 27 de septiembre de 2011

856.- RAFAEL RAYA RASERO.


RAFAEL RAYA RASERO. Nace en Montilla en 1943. Desde marzo de 1961 reside en Sevilla, donde ha desarrollado su vida laboral y obra literaria y donde entra en contacto con diversos poetas y escritores, algunos de los cuales como Jorge Luis Borges a quien conoce en Sevilla personalmente en 1984, influyen poderosamente en su decisión de dedicarse a la literatura.
Obras publicadas: Vivencias. Poemario. 1978; Pregón de la Fiesta de la XXIII Fiesta de la Vendimia de Montilla Moriles. Los Idus de Munda, relato y ensayo sobre la guerra mantenida entre César y Pompeyo en el año 45. aC. 984; Ofrenda a Los Remedios. Poemario dedicado al barrio sevillano de Los Remedios. 988; Instrumento del ayer. Poemario. 999; La Andaluciada (Epopeya de un pueblo soñado por los dioses). 1991; Sevillana, Coplas y Romances de la Puerta Carmona. Poemario 1997; Trío de aires.2003; El Corazón de Sevilla (Historia, personajes, monumentos, cofradías, citas literarias, noticias curiosas, leyendas y tradiciones sevillanas del Barrio de la Puerta Carmona). 2005. Historia secreta de los derribos de conventos y puertas de Sevilla durante la Revolución de 1868. 2006. La Mágica Pelliza de Carlos Marx, Novela, 2007.
Es mencionado en las siguientes Antologías.
Poesía Sevillana de los años 70. MANUEL JURADO LÓPEZ; Panorama poético andaluz en el umbral de los ochenta. RAMÓN REIG; Primera Antología.Grupo Barro; Antología de Poetas Sevillanos. P A. Poesía Sevilla, Grupos y tendencias. José Cenizo Jiménez. Universidad de Sevilla, 2002,







BODEGA

El silencioso molde del frescor esparcido,
en el aire trasminado por toneles de esencias,
esculpe en el espíritu su efímero tacto,
para hacerlo seda, donde la textura se aloja,
en las sutilezas del olfato avizor.

Esa mezcla que llega de un más allá perceptible,
que tiene sabor a risas de campos florecidos con aromas,
es el complemento justo de la talla moldeada
por la predisposición al contacto con el oro.






AL BARRIL

Contenedor de esencias, impregnado
de quien es oro y a la tierra resume
-por ser su hijo líquido más amado-,
y a quien das casa, y útero que asume
recrearle estirpes, y mejorar su hado
en la vejez, que del tiempo consume
soledad y solera por un lado,
y, por otro, pátina que se sume
al renacer del roble enriquecido,
del roble siempre fiel a la llamada
del rubio infante recién nacido,
que trae nuevos bríos con la añada
y a quien, con gran sabiduría,
educas poco a poco, día a día.


Poemas publicados en el libro Trío de Aires
(Editorial Índice, 2003).