Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

miércoles, 19 de octubre de 2011

JOSÉ LUIS NÚÑEZ [873]


JOSÉ LUIS NÚÑEZ

José Luis Núñez fue un destacado poeta que vivió una corta vida de sólo 37 años en los tramos centrales y finales del siglo XX.(Espartinas, 1943-Sevilla, 1980) . 

Pertenece a lo que se ha llamado poetas de la Generación del Lenguaje o de los Sesenta, y colaboró como crítico literario en el diario ABC y en otras revistas de importancia. 

Entre sus méritos está la creación de la Colección de poesía Aldebarán para escritores noveles, además de un premio con ese mismo nombre. 

Entre su obra destaca una trilogía que con el sabor andaluz que siempre le acompañó en vida,  sus títulos: La larga sombra del eclipse,  1972;S.O.S. Sur,  1974, y Dormido paraíso, de 1978. 


Además de ellas  escribió: Las fronteras del desertor, 1965; Los motivos del Tigre, 1971; Mediums, 1978; Poemas, (Selección del libro Al paso alegre de la paz .1980 (póstumo).

Su obra “S.O.S. Sur” fue objeto, en el año 1973, del Premio Guipúzcoa de Poesía, habiendo sido anteriormente accésit del Premio Adonáis en 1970 y del Premio Internacional Álamo. 

Manuel Urbano, el poeta jiennense, recogió una mínima parte de la producción de José Luis Nuñez en la Antología “ Bodas de Hierro con la sangre” para la que ha utilizado las composiciones más cercanas a Andalucía y al Flamenco, libro que se editó con motivo de la Bienal de Arte Flamenco de Sevilla" de 1990.





José Luis Núñez fue un poeta comprometido con los problemas sociales andaluces. ABC

SEVILLA. «Dormido paraíso» es el nombre de la antología poética que acaba de aparecer del sevillano José Luis Núñez (1943-1980). Se trata de una iniciativa llevada a cabo por la hija del poeta, Belén Núñez,que ha sido apoyada por el Ayuntamiento de Espartinas, localidad natal del poeta, y la Diputación de Sevilla, y que ha sido editado por la editorial Renacimiento. Desde el año 1990 no salía publicada una antología de este poeta. En aquella ocasión fue la Bienal de Flamenco la que recopiló algunos poemas en una antología que se centraba en los temas más andaluces.

«Han pasado ya muchos años desde entonces y no se había hecho nada. Hacía falta remover su obra del olvido, por eso hablé con Abelardo Linares, director de la Editorial Renacimiento, para recoger en una antología poemas de todos sus libros e inéditos del libro «Al paso alegre de la paz». Estoy muy contenta por el resultado porque además esta editorial tiene mucha difusión», reconoce Belén Núñez.

En sus poemas Núñez refleja algunos de los problemas que afectaban a la Andalucía de aquella época, por eso los versos incluidos tienen un aire fundamentalmente social. Según su hija, entre los temas más recurrentes de José Luis Núñez se plantea el problema agro-andaluz, el del turismo o el analfabetismo: «A mi padre le preocupaba mucho Andalucía. Él nunca quiso una Andalucía de tópicos y veía esta región como una especie de paraíso dormido, como si se tratara de una bella durmiente».

Trilogía andaluza

El tema de Andalucía estuvo siempre tan presente en la vida de José Luis Núñez que éste dedicó una trilogía a su tierra: «La larga sombra del eclipse» (1972), «S.O.S. Sur» (1974) y «Dormido paraíso» (1978). De hecho, con «S.O.S. Sur» ganó en el año 1973 el prestigioso Premio Gipúzcoa de Poesía, «que le dio mucha más fama que cuando fue accésit en el año 1970 del Premio Adonais», reconoce Belén Núñez. Asimismo, fue accésit del Premio Internacional Álamo.

Entre las amistades más importantes de José Luis Núñez destacó la del escritor y crítico Rafael Laffón, con quien tenía una «estrechísima amistad»: «Laffón siempre hizo una crítica de todos sus libros de poemas en las páginas de ABC, además le propuso como futuro académico de la de Buenas Letras de Sevilla». El propio José Luis Núñez fue colaborador de ABC e hizo críticas literarias. Estando en vida Laffón, Núñez le dedicó un homenaje poético.

Entre las facetas más importantes del poeta de Espartinas hay que destacar la creación de la colección de poesía Aldebarán, en donde Núñez quiso dar una oportunidad a los escritores que comenzaban en ese momento o que no eran muy conocidos. Como director de Aldebarán convocó un premio de poesía con este nombre. Además en esta colección publicó a autores como Fernando Ortiz,Rafael Laffón, Ramírez Lozano o Antonio Luis Baena, y editó un libro inédito de Juan Ramón Jiménez, «La obra desnuda». Además, en 1978 creó otra colección paralela, Antares, y convocó un premio de poesía con el mismo nombre con una dotación económica «muy importante».

Premio José Luis Núñez

Otro de los proyectos que existen sobre este poeta es la recuperación del Premio José Luis Núñez de Poesía, que organizó su viuda, Belén Montes, hasta el año 1986, y ahora dirigirá su hija Belén: «A través de la editorial Renacimiento vamos a recuperar este año este premio. Cuando presentemos la antología vamos a convocar las bases del concurso. El ganador recibirá una dotación económica y la obra será publicada por esta editorial», comenta Belén Núñez.

Otro proyecto será el de la creación de una página web dedicada al poeta que será diseñada por su propio hijo, José Luis Núñez, que es ingeniero informático, y de cuyo contenido se ocupará su hermana Belén, que es poeta como su padre. Asimismo, la hija del poeta tiene la intención de editar el libro inédito de Núñez, «Al paso alegre de la paz».

Como dato curioso de su biografía, hay que destacar que José Luis Núñez quiso ser actor cuando llegó a Bercelona, aunque nunca llegó a ejercer como tal. Luego se dedicó a la poesía, compatibilizándolo con su trabajo en la Compañía Telefónica. Además fue un gran lector y siempre defendió a poetas como Cernuda o Lorca.

Aunque Belén Núñez sólo tenía 9 años cuando falleció su padre, lo recuerda como una persona «de una condición humana sin límites que siempre se entregó a los demás».

ANDRES GONZALEZ-BARBA



LOS MOTIVOS DEL TIGRE


UN TIGRE EN EL JARDÍN

A la espalda de todos fue creciendo, doblando
Su estatura, su sitio en el jardín.
Tenía
La piel surcada, repartida por un dios de justicia
en praderas de oro y florestas de sueño.
 Atrios,
gritos, juegos, cruzaba su portentosa agilidad
sin que nadie extrañase, diese al corro
de las discriminaciones.
Los días
ensachaban el zoo: garzas, mariposas de oriente,
caballitos de mar, añadiendo sus picos,
espuelas, algas, a la rueda
celeste del recreo.
Era la vida
aquello; sin culpas, sin oscuros
hereditarios de la pena.
Y sería, creciendo,
como una eterna primavera de jardín sobre el mundo
si un día, una tarde cualquiera, no acecha una tristeza
la mirada del niño, que ante un juguete roto
palideció, inocente; si alguien no planta cercas, jaulas,
en lugar de un puñado de pájaros al viento.
No tuvo más remedio la risa que alfombrar  de cuidados,
de precaución, de garras, sus fronteras de libertad,
acariciando el lomo del tigre para su causa:
gigante sueño que fijaría a la tierra,   
cual un tam-tam de mensaje infinito.
Marchara errante, solo –ay, desde entonces-
con su clamor de cárceles a cuentas;
floreciendo el jardín bajo la sombra compartida
de los hongos, que tal puños nacidos a nivel de la tierra,
protegían el estallido del valle aquel,
cargado de espesura virgen y altas
promesas de girasoles, domesticando el tiempo
amarillo del éxodo. Había muerto la amenaza
de un trópico subterráneo con su furor de humedad y raíces.
Y nacía la esperanza del regreso del tigre.

Las manos de los  hombres se aferraran, ayer, sobre la yerba
mínima que diera testimonio de su cuerpo;
visible rastro aún, vaho caliente
frente al diario peregrinaje de la niebla.
Lámparas tibias auguran su retorno, dan al sitio
pruebas, señales de ese templo sagrado
desde el mítico y verde ministerio
de su savia vivificadora, libre.  



SOS SUR

Y se nos muere el Sur con la alegría 
y el color en los labios. 
Lentamente,
casi sin anunciarnos su dolencia, 
su álgida diabetes. 
Qué agonía 
diluída y confusa... La rubrican 
los olvidos y lacran los anises 
en sus pirámides vacías. 
Qué 
epidemia y qué muerte tan extraña. 
Nadie teme el contagio. Hasta se acercan 
con más curiosidad, menos modales, 
maneras precautorias.
Ay, amigos, 
que se nos muere el Sur y no dispone
siquiera de un cadáver a propósito.



Dormido paraíso

(1978).( soneto dedicado a la guitarra)

Encantado matraz. Cuna ambulante
de los genios del Sur. Torre sin ley
de gravedad, rendida. Ojo de buey
sobre el mar telegráfico del cante.

Parto simaés. Caminos de bramante
por los que vaga, errático, Undivé y
sacrifican sus picos de carey
las palomas del tacto. Sibilante,

descarnada pupila. Caja huera
donde el viento redondo se deslía
y ruge ante el serrallo, eunuco y vano,
al ver cómo da a luz la cuerda austera
y cómo se cristiana la armonía
en la concha andaluza de una mano.



Cohete espacial

Azul de sueño y trino. Jornalero
de estrellas al alcance de la mano.
El vértigo salpica en su verano
un viento con ternura de aguacero.

Alto en el horizonte. Marinero,
molino por la cumbre de su grano.
Azuzado de fe, muele, lejano,
en la comarca inmensa de su alero.

Pasa sobre la tierra. Abre su mapa
y extiende mil cometas. Busca, atrapa
el beso gris que no conoció dueño.

Rueda, cósmico, verde, gana altura,
salta y surca y traspasa... hasta que apura
el plazo que le dieron para el sueño.




Soneto dedicado a la guitarra

Encantado matraz. Cuna ambulante
de los genios del Sur. Torre sin ley
de gravedad, rendida. Ojo de buey
sobre el mar telegráfico del cante.

Parto simaés. Caminos de bramante
por los que vaga, errático, Undivé y
sacrifican sus picos de carey
las palomas del tacto. Sibilante,

descarnada pupila. Caja huera
donde el viento redondo se deslía
y ruge ante el serrallo, eunuco y vano,

al ver cómo da a luz la cuerda austera
y cómo se cristiana la armonía
en la concha andaluza de una mano.





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