Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

viernes, 25 de enero de 2013

1434.- ROSA YÁÑEZ GÓMEZ



ROSA YÁÑEZ GÓMEZ
(Sevilla, 1979) es Ingeniero Informático de profesión y trabaja como investigadora y docente en la Universidad de Sevilla. Su acercamiento al microrrelato, según confiesa, viene desde la poesía, pues ha publicado un cuaderno de poemas titulado El pergamino que contiene su nombre y el libro, autopublicado, Esto no es un libro de poesía. Mantiene el blog: http://rositafraguel.blogspot.com. Estas piezas son inéditas.




Chatarra que sueña

Chatarra que sueña
en las escombreras 
el arrabal de la vigilia
creando mundos
para echarlos de menos





Próximos proyectos...

Levantarse un día para encontrar en el espejo
a alguien que no eres tú.

Buscarse entonces en los nuevos pliegues, en el puzle de la piel, 
en el color nuevo de los ojos y ese labio prominente que amenaza.

No ser capaz de descifrar la curva de la barbilla 
o la caída de las orejas.

Pasar las manos por las nuevas caderas y esas pantorrillas 
que siguieron caminos desconocidos.

Vestirse con cierta vergüenza y abandonarse sin nostalgia, 
como si no se perdiera gran cosa, como si no pasara nada.

Ajeno preguntarse adónde fue aquel que fuiste 
y lavar esa cara de otro 
y lanzarse a la calle a ver a los de siempre 

que te reconocen enseguida

sin echarte de menos.





Aún a vueltas con el estupor

en el estado intermedio de la mudanza

sorprendida
funámbula entre el fracaso y el triunfo
me d
          e
             s
                l
                   i
                      z
                         o
                            entre el miedo y la alegría
revuelvo los cajones, abro las ventanas, oreo los colchones
poniendo en orden la casa para la nueva estación
cansada
                y 
                   tan joven de nuevo
meto el fracaso en bolsitas pequeñas
guardo apenas tres o cuatro sonrisas que me regalaron
                                            y un pájaro
ausente
de tanto llanto
                               salado mar
libre
al fin

                                      convaleciente





A pesar de todo

El sueño que no mengua el dormido
el hambre que no calma alimento alguno

la voz en ahogo 

las probabilidades mal trucadas
los estómagos prisioneros
calma chicha

devanando hilo sin ver ni un centímetro entre los dedos

murmullo de músculos de mármol
dedos cubiertos de hormigas
lengua inmóvil

una pequeña esperanza temblando al fondo de una pupila oscura
arrinconada tras el pelotón de las ideas
a punto de apretar el gatillo

pregúntate
¿hay vida antes de la muerte?





Se puede sentir el goce estético sin arte a la mano
Se puede crear sin tecla ni lápiz
Se puede vibrar porque sí
Reconvertirse y renacer
por un rayo de sol cualquiera

Todo se puede

Pero no estaría mal
salir del dique seco de una vez
y ponerle palabras
y tener al menos una oportunidad
de encontrar
una mirada que comprenda
cuántas cicatrices deja
la mordida de la belleza











No hay comentarios:

Publicar un comentario