Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

martes, 26 de marzo de 2013

1503.- JOSÉ SÁNCHEZ RODRÍGUEZ




José Sánchez Rodríguez (MÁLAGA 1875-1940), poeta olvidado, alcanzó un amplio éxito a principios de siglo, sobre todo con sus libros Alma andaluza (1900) y Canciones de la tarde (1902). Con anterioridad había publicado Mis primeras notas, Remembranzas y Nocturnas. Como afirma Antonio Sánchez Trigueros, en su ensayo 'Francisco Villaespesa y su primera obra poética (1897-1900)', fue también periodista y autor teatral. Mantuvo una intensa relación epistolar con las más destacadas figuras de la literatura de su época: Villaespesa, Juan Ramón Jiménez, Martínez Sierra, Ricardo León, Salvador Rueda, Julio Pellicer y González de Candamo, entre otros. 

La amistad entre el poeta malagueño y Villaespesa contribuyó poderosamente para que sus obras fueran conocidas en los más notables ambientes literarios del modernismo madrileño. La crítica abaló la línea puramente andaluza y el marcado popularismo que emanaba de sus composiciones. Obras como Alma andaluza (con prólogo de Villaespesa y epílogo de Juan Ramón Jiménez) y Cantos del Mediodía merecieron los más unánimes elogios de Villaespesa, quien en carta fechada en febrero de 1900 lo consideraba como el «verdadero poeta popular andaluz». 

A principios de 1900, Sánchez Rodríguez estrenó en el Teatro Cervantes la obra 'Copos de nieve' que constituyó un auténtico éxito de público y crítica. La interpretación estuvo a cargo de la compañía de Manuel Espejo, donde figuraba como primera actriz Concepción Constan, muy célebre entonces. La pieza, escrita en redondillas, refleja la pequeña historia de una mujer engañada por su marido, con desenlace reconciliador, ejemplar y a gusto del público. 

Para algunos críticos, Sánchez Rodríguez fue un auténtico poeta que supo reflejar la esencia del alma andaluza. Villaespesa, en carta fechada el día 1 de abril de 1900, le decía: «Eres el poeta andaluz por excelencia; el heredero del gran Bécquer, el presentido por Manuel Díaz Rodríguez, el exquisito pensador americano. En sólo cuatro impresiones, has visto más Andalucía que todos nuestros poetas y pintores... Creo sinceramente que si el Levante está orgulloso de su Medina, Andalucía se enorgullecerá de Sánchez Rodríguez». 

El poeta malagueño supo reflejar en sus composiciones La cita del sueño, Nocturnas, Bajo la parra, Serenata y Errante su profundo amor por lo andaluz y la tristeza de su alma, acongojada por múltiples eventos contradictorios. Como ejemplo exponemos la siguiente décima inserta en su obra Nocturnas: 


«Imagen abrumadora
de mis amores de antaño;  
esfinge de un desengaño
que eterno pesar colora;  
ocaso en la dulce aurora 
de mi juventud serena; 

no me aumentes la condena  

recordando mi derrota, 
que ya está mi lira rota 

de tanto cantar mi pena». 

José Sánchez Rodríguez proponía en sus obras una nueva manera de sentir poéticamente a Andalucía, una vuelta a lo popular, a los romances, a la espontaneidad lírica.

POR JOSÉ MARÍA OCAÑA/apiedecalle@diariosur.es






En el libro de 1895 Remembranzas incluye Sánchez Rodríguez un poema no muy brillante que titula «Melancolía»19. Su único interés radica en que, en versos alternados heptasílabos y pentasílabos, se afirma que la lira del poeta se ve incapacitada para cantar algo distinto de la tristeza:


Ya está triste, muy triste
mi pobre lira.
Ya no exhalan sus cuerdas
dulces canciones;
pues muerta la esperanza
que amor inspira,
huyen del alma todas
las ilusiones.
……
Por eso ya se encuentra
mi lira rota;
por eso ya no canta
con alegría.
Ya sólo exhalar puede
la triste nota,
imagen del martirio
del alma mía.



Del libro Alma andaluza, de Sánchez Rodríguez:



Ya suena la triste
canción andaluza:
la canción que las almas conmueve,
porque son amores
que en el alma luchan



Y, más claro aún, si nos detenemos en el rasgueo de la guitarra:


¡Qué cosas tan tristes
de las cuerdas sonoras se escapan!
Parece que lloran… ¡Parecen suspiros!…
Parecen plegarias!…

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