Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

domingo, 31 de marzo de 2013

1536.- MARÍA PAZ CERREJÓN


Juan Martínez-Aborojuan, María Paz Cerrejón y Juan Orozco Ocaña, 
de la Institución Literaria "Noches del Baratillo"


MARÍA PAZ CERREJÓN LÓPEZ, Sevilla (España). 







NO CABEN MÁS ESPERAS 

No caben más esperas, 
más treguas al destino; 
hoy decido poner final a nuestra historia 
y volver a empezar yo sola mi camino. 

Devuélveme la luz que te llevaste, 
la vida y la esperanza que he perdido, 
y quédate tú entero y para siempre 
el cielo que me habías prometido. 

Devuélveme mi voz y mis anhelos, 
la voluntad que tuve secuestrada, 
las horas que te he dado de mis noches, 
el sol que le has robado a mis mañanas. 

No caben más esperas, más engaños; 
que ya tengo la espera desgastada. 
Hoy pongo un rumbo nuevo a mi odisea 
y doy por terminada esta batalla. 

Atrás queda el silencio y la carcoma, 
el desmotivo lento de las tardes, 
el ventanal abierto de un deseo 
que un día terminó por marchitarse. 

Mañana no habrá duda en mi cuaderno, 
ni miedo ni nostalgia en mi mirada; 
pues tú serás ya parte del pasado 
que quedará enterrado entre la nada.







NUNCA TE DI ESE BESO 

Nunca te di ese beso
que tú no me pediste
y que siempre tenía
dispuesto entre mis labios;
que me sangraba, preso,
y me apretaba el alma;
que triste se moría,
dolido y olvidado.

Nunca te di ese beso 
de rosas espinadas
que andaba por mi boca
huérfano de destino;
secándose en la noche,
pudriéndose despacio,
volviéndoseme amargo
y desabrido.

Nunca te di ese beso
que tanto deseaba
dejar como un murmullo
en tus labios de agua.

Nunca te di ese beso
que envejece a mi lado,
que nadie en estos años
de mi boca ha robado.

Nunca te di ese beso
de rosas perfumadas
que guardé para ti
como joya labrada

-suspiro ensordecido,
anhelo marchitado,
ansias por alcanzar
el cielo de tus labios-.

Nunca te di ese beso
que extraño deambulaba
por noches sin estrellas
en busca de tu playa.

Nunca te di ese beso
que ya me nació herido,
sin boca que quisiera
tenerlo de inquilino.

Nunca te di ese beso
que hoy aún me trastoca
y me hiere los labios
como espinas de rosa

-crepúsculos llorados,
jardín ensombrecido,
triste historia sin fin
del beso que no ha sido-




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