Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

miércoles, 5 de junio de 2013

1715.- JUAN MANUEL VILCHES Y VITIENES

FUERON Y SON - Gallo de Vidrio

JUAN MANUEL VILCHES Y VITIENES
(1951-1981)

          Nace en Málaga el 1 de junio de 1951.
          Se traslada a Sevilla con siete años, junto a su familia, donde residió y estudió desde entonces.
          Estudió magisterio e inició sus estudios de Filología en la Facultad de Sevilla, mientras ejercía su profesión de maestro.
          Fundador del grupo poético “Gallo de Vidrio”, había publicado un libro de poemas: “Aldaba de minutos en la puerta de todos y de nadie”, habiendo colaborado en multitud de revistas poéticas y dado numerosos recitales en círculos y asociaciones culturales y vecinales.
          Fundador de la revista lingüístico-literaria “Cauce”, editada por el Departamento de Lengua y Literatura de la Escuela Universitaria del Profesorado de E.G.B.
          Había escrito en sus “Anotaciones para una biografía”: “Llevo entre pecho y espalda alguna cicatriz –algún recuerdo– que nunca imaginé que estuviera en programa. Quisiera ser tan alto como la luna, aunque siempre me pierdo en los rellanos y desinflo a sabiendas la rueda del destino”.

          Así definió su quehacer por la vida:
“Que degusta el amor, a cada paso
estar ilusionado, en desafío
constante de mirar con buenos ojos
raudales de coplilla y de suspiro.
Y siempre acabo siendo lo que fui:
galán de mil doctrinas de verano,
batiéndome en el vidrio de la carne
las líneas de la frente… ¡Enamorado!.

          Autor de una amplia obra poética, en su mayoría inédita, estaba preparando la edición de dos libros: “El libro de las coplas” y “En torno al tiempo”, de hondas raíces populares la primera y de exquisitos matices surrealistas, con amplio dominio del ritmo y del verso la segunda.

          La tarde del 4 de abril del 1981 su corazón se para definitivamente, devolviendo a la tierra cuanto ésta le había dado: el amor a los suyos, el amor a la vida y la lectura poética de su corta existencia.






Obra: “Coplillas sobre el tiempo y el amor”
2º Premio, I Certamen de Poesía Searus, año 1978.


                    I

          El tiempo, palabra eterna
que el hombre lleva grabada
y en su corazón resuena.

                    II

          Habilidad de los años:
parecer que nunca pasan
y que no producen daño.

                    III

          Creo que tienes razón:
el tiempo es como un anciano
que nunca quiso reloj.

                    IV

          Y en mi horóscopo saber
la verdad de las verdades,
cuándo puedo siempre ser.

                    V

          Reflejos del testamento
los sueños que uno desea
que queden en el misterio.

                    VI

          Y el hombre sigue pensando
que la muerte ya no existe.
El hombre sigue soñando.

                    VII

          El hombre que lucha siempre
por la suerte de los niños
es hombre que nunca muere.

                    VIII

          La muerte es aquel recado
que en la puerta de los vivos
dejan los antepasados.

                    IX

          Hablemos con quién hablemos,
nuestras mejores palabras
siempre las recoge el tiempo.

                    X

          Cuanto me siento pequeño
salto y vuelo, vuelo y salto
cuando me siento pequeño.

                    XI

          Procura ir siempre delante
cuando te llame el destino.
Que sirvas de escaparate.

                    XII

          Calza el viento la jornada
que se vive eternamente
en los ojos de la amada.

                    XIII

          Busca su conversación
el ciego dios que me hiere
por dentro, en el corazón.

                    XIV

          A decir verdad, te espero
desde que mi madre dijo:
“éste que sale es el sexto”.

                    XV

          ¡Ay, qué pena, madre mía!
Te llevo dentro del alma
y no te veo ningún día.

                    XVI

          En el colegio me aturden
Como “yo amo” y “tú cantabas”.
En el colegio me aburren.

                    XVII

          Yo aprendo lo que me enseñan:
que la libertad se agarra
como una enredadera.

                    XVIII

          Cuando llegue la mañana
la república del tiempo
se asomará a la ventana.

                    XIX

          Niño alado en las entrañas
que voló de mar a mar
para encontrar tu mirada.

                    XX

          Tiempo y amor, noble historia
que el hombre vive en sus ojos.
Tiempo y amor de memoria.





Para "CAUCE" núm. 4. Año 1981


SOÑANDO

¡Las doce, son las doce!
y mi alma angustiada
va diciéndome triste
que la noche me llama
a dormir en silencio
el tiempo que se acaba.

¡Son las doce, las doce!
y estoy soñando en calma.






CARDINAL

Norte de luz radiante. Florecida.
De sombra el sur. Mi sur. Mi soledad.
Está al este. No es ésta
quien me vendrá a buscar por el oeste.







YO HE VENIDO DE SIEMPRE

Yo he venido de siempre y a siempre pertenezco
porque la luz me llega de donde llega el hombre.
Yo he crecido, yo crezco, me aventuro y arriesgo
porque siempre he tenido la luna entre los labios
y no tengo en mi carne un horizonte muerto.

He vivido más vivo, pendiente de la vida,
y carezco del tiempo; aunque sueño en la tarde
que nunca, nunca esté y siempre, siempre viva.
Si me sigue ese ansia de la flor que se crece
y que nunca se pierde, pertenezco a la esencia.





YO ESTUVE EN MI CUERPO UN DÍA

Yo estuve en mi cuerpo un día,
un día de primavera.

Yo estuve en mi cuerpo un año,
un año de mi existencia.

Yo estuve en mi cuerpo un tiempo,
un tiempo que nadie encuentra.







CEMENTERIO

(En la sierra)

Una agreste y menuda primavera
se asoma a la ventana
de este campo sombrío.

Una brisa templada y jubilosa
corre en la dulce tarde
en que florece el cuerpo.

Y una música leve, con alma
de poeta, se acerca a la armonía
del sueño y la tristeza.
. .. No tenemos mañana
para poder mirarlo.








VA CAYENDO LA TARDE

Se va la tarde triste,
va cayendo muy lenta
y en su enorme sudor,
va entregando a la noche
su espanto de tinieblas
y su estupor de almas.

La vida va pasando,
y mientras piensa y sueña
que siempre quiere ser,
se oye el lamento triste
de la agonía del hombre
que sabe de su muerte.





EL NOMBRE DE NACIDO

Estrenaste la luz en tu pupila
que brilló como un sueño enamorado,
perdido entre las sombras.
Con un velo de risas y caricias,
obligando al destino perezoso,
acunaste al futuro.
Y ahora somos ya tres sobre la cumbre
de esta enorme montaña que es la vida,.
disfrutando que somos.

Bienvenido, mi hijo, que llegaste
a compartir la esfera de lo humano
en esta noble historia.
Bienvenido, mi hijo, bienvenido
a sentir hondamente en las entrañas
el nombre de nacido.





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