Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

viernes, 5 de julio de 2013

1728.- GERMÁN CAOS ROLDÁN


GERMÁN CAOS ROLDÁN
San Fernando (Cádiz), 1928-1996.
Escritor que cultivó diversos géneros, poesía, narración y ensayo.
Publicó numerosos artículos en prensa, donde ejerció también como crítico literario. Fue académico de número de la Real Academia de San Romualdo. Participó activamente en la vida cultural de la ciudad.
Parte de su libro poético inédito, "La terca herida del recuerdo" (1982), así como otros poemas, están incluidos en una Antología (Cuento, Ensayo, Periodismo, Poesía) (1995, San Fernando, ISPREN Edic.)



¡Qué correr de palabras!

¡Qué correr de palabras siento ahora, 
por las venas de mi alma alucinada!
Mi universo se ha poblado de voces nuevas
y mi memoria me lleva otra vez al gozo de vivir.
Nuevo amanecer, poder decir amor, sencillamente,
quebrar rayos de luz y transformarlos en voces,
apiñar palabras como quien coge flores sin remedio
y decirlas locamente, cuerdamente, mar
o serenidad de campo en intimidad de amores vegetales.
Descubro ahora que el amor no es sólo silencio
sino palabras en almáciga creciendo.
Palabras que se dicen, dorando la voz, 
aterciopelando el aire,
palabras que se guardan porque están en las miradas,
hondas en las entrañas y, allí, jugosas se transforman
en otro lenguaje ensimismado y claro.
Lenguaje del corazón latiendo, de la espera de la piel,
de la pureza adivinada, de los sueños;
lenguaje de no decirse nada sabiéndose ya.
Palabras que vienen desde una sangre de siglos,
de esa eternidad que es el amor,
palabras que van sin voz, abriéndose caminos en el alma.
Qué correr de palabras en mi vida: galgos
potros, agua que se mueve interminable,
aire levantado.
¡Cuántas palabras nuevas o viejas esclareciéndose!
Digo amor y me sabe a milagro y maravilla,
digo agua y pienso en tu alma de niña, corriendo limpia,
digo mar y me veo acercándome a tu tierra,
digo cielo y todas las aves explicables se me posan.
Ahora, cualquier palabra es para mi recién nacida
claridad nueva, descubrimiento de ti,
estén calientes en mis labios o recorriendo
un silencio imposible por las venas del alma.

(De "La terca herida del recuerdo")



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