Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

lunes, 26 de agosto de 2013

1786.- LUIS CAMACHO CARRASCO



Luis Camacho Carrasco 

(1907-1984). Nació en Morón, SEVILLA y pasó su infancia y adolescencia en Morón, y la mayor parte de su vida en Marchena, donde ejerció de abogado. Vivió en la calle Carrera. Fue alcalde de Marchena entre 1951 y 1956. Allí murió en 1984. A pesar de su sensibilidad literaria, se mantuvo siempre indiferente al mundo cultural de la época. En 1988 el Ayuntamiento de Marchena sufragó una edición de sus escritos literarios, publicado bajo el título “Nostalgia y Poesía”. En él se recogía casi todo lo que se conserva y lo que se pudo rescatar, incluidos varios trabajos inéditos. La edición fue preparada por Luis Camacho y López de Sagredo, Alberto García Ulecia, Luis Ortiz Lara y Miguel Angel Yañez Polo.

Retrato que hizo García Ulecia del Luis Camacho de los años 50: “Era un moronés de 1907, casado y con varios hijos. No conocí yo entonces a su mujer, Georgina, hija de los marqueses de Castellón; ni a sus hijos, que serían pequeños. Evoco el aire galdosiano de aquel bufete, la voz grave y dulce de XX, su conversación ingeniosa y afable, la luz de su frente, la fiebre bondadosa y lírica de sus ojos, cuando la tarde de aquel día quizá empezaba a oscurecerse por las calles de Marchena. Recuerdo que por entonces Luis Camacho, ya al borde de sus cincuenta años, mostraba un cierto parecido con el de Luis Cernuda de aquellas mismas fechas…”

La labor editora del poeta moronés Alberto García Ulecia (1933-2003) ha sido decisiva para la conservación y conocimiento de los escritos de su amigo Luis Camacho, con dos libros, el de Marchena de 1988 y otro aparecido en 1993 en Morón.


Canción de abril al Alférez Provisional, de Luis Camacho Carrasco: 

"Cada hombre siete mujeres  
y cada alférez, cincuenta, 
que para eso cada alférez 
es siete hombres y una estrella..."




A MARCHENA

Tú Marchena ¿no sabes que te has muerto?
Pues La Plaza de Arriba sí lo sabe,
y las rubias guitarras de voz grave
y el verde gitanillo de alba incierto.

Da el Niño de Marchena su concierto
con mortaja de novio y voz de ave
y el fandango fantasma cae suave
sobre el seno estelar en flor abierto.

¡Marchena entre fandangos sepultada!
En alcohol de cien grados de alborada
se conserva tu esencia estremecida,

hasta que el Viernes Santo Doloroso
Cristo, muerto en tus calles, va gozoso
volviendo marcheneros a la vida...






A LOS SONETOS DE ADRIANO DEL VALLE

Sentado en una nube está Adriano
dictando la Sentencia de las cosas
con nimbo de estampadas mariposas
y un verso a medio hacer en cada mano

Bajo sus pies la Tierra es un arcano:
No tiene olas el mar, ni el campo rosas,
ni estampillan estrellas ojerosas
el pecho del nocturno veneciano.

El paisaje sin luz, su luz espera...
Hasta que al fin, en la alta liroesfera
volaron sus sonetos del bolsillo,

¡y el mar fue azul, y el grillo fue poeta,
y el campo descubrió su verde teta
plantada por su verso al tresbolillo.




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