M. CARMEN ADAMUZ LOPERA
Nací en Algarinejo (Granada). Estudié Filología Hispánica y trabajé durante varios años como profesora interina de Secundaria en Castilla y León.
Por motivos familiares tuve que regresar a la provincia de Granada y cambiar de actividad. Actualmente resido en Las Gabias.
Desde siempre escribir ha sido para mí una necesidad y una liberación. Son muchas las obras que he terminado, aunque muy pocas han visto la luz brevemente:
- POESÍA:
Luces y sombras (Ediciones Torremozas, 1993).
Silencios pronunciados (Editorial Jamais, 2001).
- NOVELA:
El buzón verde (Editorial Jamais, 2000).
La magia de vivir (Finis Terrae_ediciones, 2013).
Recientemente he publicado LA MAGIA DE VIVIR, novela cuyos beneficios van destinados a la financiación de un tratamiento experimental para el Síndrome de Dolor Regional Complejo (o Distrofia Simpático Refleja), enfermedad rara que sufre mi pareja y que la Seguridad Social no cubre.
DE: SILENCIOS PRONUNCIADOS
Querer como te quiero es contenerte,
llevarte muy adentro y respirarte
por debajo del agua que nos mece.
Amar es cultivar este paisaje
donde luce tu nombre sobre el alma
y el mar que nos regresa nos renace.
Te espero cada lluvia en cada playa,
rebozada de arena y de salitre,
orillándome en ti la marejada,
que en cada ola quiero hacerte libre,
devolverte el reflejo que me agranda,
la luz en crecimiento que me diste.
DE: LUCES Y SOMBRAS
No bajes la mirada
si florece tu pecho sin permiso,
si el cristal de la noche se hace luna
o alondra de poder el desencanto.
NACIMOS PARA AMAR
por encima del sol de los desastres,
de los mares más turbios,
de las guerras inútiles
y del falso fulgor de las envidias.
No bajes la mirada
si florece tu pecho en el otoño
y humedece tus manos una rosa.
NACIMOS PARA AMAR
por encima del reino del orgullo,
del egoísmo en alza
y de los sucedáneos anti-esencia.
NACIMOS PARA AMAR,
porque el amor es luz que nos iguala
en esa redención de ser en crisis,
en ese deambular de solitudes
que usamos al azar como pañuelo.
No bajes la mirada.
NACIMOS PARA AMAR
a pesar del capricho de ser dioses,
del tráfico diario de injusticias
y de nosotros mismos...
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