Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

lunes, 15 de junio de 2015

MÓNICA DOÑA [2.096]


Mónica Doña

Nacida en Jaén y residente en Granada, es poeta, cantante y compositora.

Fue incluida en la Primera Antología de Cantautores Andaluces (Junta de Andalucía, L.P.doble, D.L.CO-736-1986) donde, entre otros, figura junto a Javier Ruibal, Carlos Cano y Joaquín Sabina.

En el año 2000 decide alejarse de la escena musical y comienza a impulsar su poesía publicando su primer poemario Nueve Lunas (Editorial Cuadernos del Vigía). Asimismo aparecen poemas suyos en las Revistas Literarias Letra Clara y El erizo abierto de Granada.

En el año 2002 es invitada a participar en el VII Encuentro Internacional de Mujeres Poetas y es incluida en el libro Palabras Cruzadas (Universidad de Granada).
Es recogida en el Diccionario-Antología Plumas Femeninas en la Literatura de Granada (Amelina Correa- Universidad de Granada).

Con el libro La cuadratura del plato (Editorial El Páramo), obtuvo por unanimidad el X Premio de Poesía Vicente Núñez que otorga la Diputación de Córdoba (año 2010). En 2014 publica, 'Adiós al mañana'. 

Inéditos: La soledad de los pronombres, Cuerpo del delito 




SÁBANAS

Para la noche blanca
que se extiende en el lecho
como un mar recortado a la
medida.

Para la noche blanca
telas azuleadas
bajo el sol de la infancia
y el olor a lejía.

Dulce sueño,
caricia para la carne fría.

Azote para el cuerpo
que solitario arde y se defiende:
sudor, fiebre y orina.

Se descuelga el amor
desde las torres altas
por la escala de nudos,
dicen las fábulas.

Se amortaja el amor
cuando todo termina,
envuelto en finas sábanas,
dice la vida.








Adiós al mañana
Autor: Mónica Doña
Colección: Élite


Una intuición de María Negroni, la de que «un poema es una miniatura de mundo», bien pudiera acompañar la voz poética de Mónica Doña. La vocación artesana y minuciosa guía la urdimbre de Adiós al mañana: cada palabra significa más de lo que significa. Mónica Doña lo sabe, y por eso escoge —y exige— palabras que veamos, que escuchemos, que nos remuevan más allá. La primera mirada al cielo y a la luna, el encuentro con la nieve o los dibujos iniciales preñados de colores, antes de que las sombras irrumpieran, se nos clavan porque tras el primer golpe se revela el símbolo, todo lo mucho más que son. Cruzan por este libro una inteligencia honda y un decir que nos despierta los tiempos de antes y los lugares de entonces, los de la infancia, aquellos que corren en estos poemas, que alcanzan tan rápido y tan lejos. Esta historia, la de Adiós al mañana, la que nos traza Mónica Doña, es la de quien ya sabe estar y recuerda cuando aprendía a ser: la del descubrimiento del descubrimiento, años más tarde, cuando se sabe de qué va la vida. No hay melancolía ni hay nostalgia en estos poemas, tampoco laten pérdidas ni vacíos: hay una búsqueda, hay una certeza, hay una música potentísima. Adiós al mañana explica el mundo, y nos lo amplía.

Elena Medel




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